El remedio más común son los molusquicidas agrícolas, estos productos son plaguicidas elaborados a partir de metaldehidos, metiocarbono, sulfato de aluminio o azufre.
Los productos contra las babosas y caracoles deben aplicarse en cuanto se detecte la primera señal de daños causados por un molusco, o aplicarse en zonas donde haya habido problemas con anterioridad. Los molusquicidas se aplican generalmente en el suelo y no en las plantas, no obstante, lea con detenimiento y siga siempre las instrucciones del fabricante.